Como la temporada de avistamiento de ballenas está a punto de iniciar en Puerto Vallarta, pensamos que sería mejor pedir a los huéspedes de Garza Blanca compartir sus experiencias de haber visto ballenas en la Bahía de Banderas. Aquí está el relato de Catherine Hill de su paseo para ver ballenas cuando se hospedó en Garza Blanca el pasado enero.
¿De qué manera se compara tu experiencia de haber visto ballenas en Puerto Vallarta?
“Fue un día increíble de principio a fin. Mi esposo y yo reservamos nuestro recorrido con Ramón, el agente de viajes de Garza Blanca y él organizó todo, llegaron por nosotros y nos llevaron de regreso al Hotel. Iniciamos el tour temprano cuando se dice que hay más oportunidades de ver las ballenas, por la mañana temprano o al atardecer. Como me mareo con facilidad, tomé unas pastillas para el mareo en el desayuno para asegurarme de no perderme de nada.
Como nunca antes había ido a ver ballenas estaba muy emocionada, pero no tenía idea del increíble día que tenía por delante. Salimos del puerto a las 8 con nuestro guía Juan. Nos dijo que él hacía ese recorrido por más de 20 años y conocía a la bahía como la palma de su mano.
Al principio estaba convencida de que no íbamos a ver nada, hasta que Juan señaló un grupo de delfines que parecían estar persiguiendo a nuestra lancha. Yo nunca había visto un delfín tan de cerca, así que sentí que era una buena señal. Una pareja de nuestro grupo también alcanzó a ver el caparazón de una tortuga, pero yo era demasiado lenta para verla sumergirse en el agua, a pesar de estar convencida de que cada vez que veía una mantarraya se trataba de la parte trasera de una tortuga.
Entonces, a lo lejos vimos dos pequeños barcos que no parecían moverse. Al principio parecía que estaban pescando, hasta que vimos la cola de una ballena, la primera que jamás había visto. Nuestro barco hizo una línea recta hacia el lugar donde vimos la cola, pero Juan nos advirtió que cuando muestran su cola por lo general es seña de que bucean profundamente y no siempre salen de nuevo. De repente y de la nada, vimos una enorme ballena saliendo del agua a nuestro lado, su espiráculo parecía ser un tercer ojo. Tengo que admitir que me pareció demasiado cercana y no me sentí muy cómoda, hasta que vi a otra más pequeña a su izquierda. Eran una madre y su cría.
No teníamos ni idea de que íbamos a vivir algo tan grandioso. La ballena más grande, que asumimos era la madre, reapareció unos minutos más tarde haciendo una pirueta alta fuera del agua. Las cámaras estaban listas para disparar, con la esperanza de poder tomar una foto o dos del salto en el aire. Lo mejor era poner la cámara en modo de sacar fotos en secuencia, para asegurarse de que no sólo tomaríamos una foto a la cola. Nada parecía poder parar a esa ballena, una y otra vez saltó y salpicó el agua para luego sumergirse. Ni mi esposo ni yo habíamos visto nunca nada igual.
El día continuó en el mismo tenor, aunque no vimos saltar a las ballenas tan cerca de nuestra lancha como a la primeras dos que vimos. Nos parecía que estos magníficos animales lo hacían sólo para nosotros. Ese fue uno de los puntos destacados de nuestro viaje que nos gustaría repetir la próxima vez que vayamos a Puerto Vallarta durante la temporada de ballenas. ¡Qué día tan increíble! “
(Catherine Hill, Plymouth, Reino Unido)
Nos encantaría escuchar tus historias de avistamiento de ballenas y tortugas. ¿Qué historias nos puedes compartir de tus aventuras en Puerto Vallarta?
